Una frase lapidaria creo que de Marco Aurelio, propia del pensamiento estoico y que postula una regla valiosa regla de conducta que a servidor y a casi todos nos pasa desapercibida.

La felicidad es ante todo un ESTADO DE ANIMO, una sensación de satisfacción propia de cada cuál en la que en el mejor de los casos se está a medias y que se busca que sea completa

La cosa, el algo, es un elemento externo a cuya consecución se liga la idea de ser causa del efecto de un incremento en la felicidad Suponiendo que la cosa sea dinero podríamos decir que un incremento en el que tenemos traerá consigo el efecto de una mayor felicidad O una pizza O una relación sexual o afectiva Algos, cosas, elementos externos que al entrar en nuestra órbita una composición de lugar comunmente aceptada supone que nos van a hacer más felices

La cuestión está en determinar cuál es el tamaño que debe alcanzar ese campo de cosas Una hectárea, dos hectáreas,...

Si tienes un grado de felicidad 5 y para llegar a un grado de felicidad 6 necesitas un ámbito de una hectárea de elementos externos es una cosa

Si tienes un grado de felicidad 5 y para llegar a un grado de felicidad 6 necesitas un ámbito de dos hectáreas de elementos externos es otra cosa

Evidentemente cuanto mayor sea el ámbito o conjunto de cosas, algos, elementos externos que necesites para ser feliz (incremento de 1 entre 5 y 6) más cosas necesitarás Y a la inversa Cuánto menor sea el ámbito necesitarás menos

Quien determina el alcance de ese estado de ánimo eres tú Pero tú - y yo - NO estás en plenas condiciones de determinarlo Porque TU - o YO - ni eres ni soy libre para disponer de tus - mis - criterios

Mira el móvil Cuando no lo tenías eras feliz o infeliz Ahora igual Pero si no lo tienes a partir de ahora serás menos feliz Aumentará tu grado de infelicidad Lo que te hace feliz o infeliz viene de fuera, te lo metes dentro y te crees que es tuyo Que eres tú

Tu felicidad es un estado de ánimo que depende de ti y del entorno Más del entorno que de ti (o de mi)